La mente 13 GIO ORD 2

La mente

Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal?
Según Jesús la manera de pensar de los escribas es una manera malvada, que se manifiesta en la incapacidad de la mente humana de poner en relación todos sus contenidos y todos sus conocimientos, porque enjaulada en el perjuicio y encadenada por la ignorancia. Los escribas no logran conectar las informaciones recibidas por la biblia con las informaciones que reciben en directa de la potencia y de la sapiencia del hombre-Dios que tienen delante. Con el objetivo de profundizar la realidad del vivir y de la vida, la mente ha creado en los milenios las más diversas ciencias y disciplinas, pero cada una de estas tiende a buscar y a recoger informaciones y conocimientos procediendo únicamente en la propia dirección, haciendo imposible la comparación, la compartición, la visión desde lo alto, en una palabra, la sabiduría. Sabio por lo tanto no es aquel que sabe, sino aquel que sabe poner en conexión los varios conocimientos provenientes de diversas ciencias y disciplinas para una visión unitaria y global. Jesús define este proceso – obrador de división – de la mente de los escribas un proceso malvado, generador de daño y peligro, que aleja de Dios y del hombre, porque no permite en algún modo la unión de los conocimientos fragmentados y separados. Hoy todos hablan del despertar, auspician una era de nueva consciencia, pero realmente los hombres no saben lo que están diciendo. ¿Qué le sucederá a la mente, cuando querrá abrirse a una visión más unitaria y unificadora, después de haberse alejado de Dios por así tanto tiempo? Si no será Dios Padre a acompañar a la humanidad en este despertar a través de la compasión de Jesús y la gracia y la fantasía del Espíritu Paráclito, la reunificación de los conocimientos fragmentados y separados conducirá a visiones tales de la realidad y de los procedimientos de funcionamiento de la vida que la mente enloquecerá. En práctica cuando la mente se abrirá a la visión de cómo hubiéramos podido vivir en esta tierra, de cuánto habríamos podido ser felices, sanos, geniales, libres en este mundo inmenso y maravilloso, aún siendo una visión de total bienestar, para la mente será una visión que provocará un sufrimiento enorme e insoportable. ¡Sólo un tonto puede pensar que volverse conscientes improvisamente de lo que hemos perdido, botado, destruido, de manera tan penosa y arrogante sea un momento feliz y liberador! ¿Qué será de la mente humana, cuando se dará cuenta improvisamente de cuánto la humanidad ha sufrido y ha hecho sufrir por nada, por simple estupidez, presunción y miedo? Si Dios no nos acompañara y protegiera en aquellos días del despertar, podríamos morir todos de dolor y terror. 
¿Qué le sucederá a la mente humana, cuando será claro que los hospitales se han llenado por siglos, no de enfermos sino de hombres y mujeres que han retenido pensamientos de rabia, rencor y miedo y que la cura no debía ser buscada fuera del hombre sino en su interior? ¿Qué le sucederá a la mente humana, cuando se pondrá en evidencia que le sistema educativo usado por milenios, para conducir a las generaciones al conocimiento de Dios y a la verdad, a través de coacciones, la fuerza del deber y de la voluntad, era el único sistema útil para cancelar toda forma de comprensión en el hombre? ¿Qué le sucederá a la mente humana, cuando será claro que ninguna guerra ha sido necesaria, ninguna guerra ha servido para algo, ninguna guerra ha iniciado, si no por un frío cálculo de intereses de los poderosos? En los días de la ignorancia han sido los sentimientos de culpa que golpearon la mente humana, pero en los días de la iluminación será el arrepentimiento. Sin la cura amorosa de Dios, el proceso del despertar nos volvería o completamente locos o perennemente fugitivos, para alejarnos lo más posible de la forma de consciencia y del despertar que podríamos no ser capaces de afrontar, escondiéndonos aún una vez más en la madriguera oscura de la pereza y de la ignorancia. Sin Jesús no podemos hacer nada, ni siquiera disfrutar de los días de la nueva conciencia.