En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Lunes 28 Enero 2019

Tercera semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Marcos 3,22-30 

Evidencia

Todo será perdonado a los hijos de los hombres, todos los pecados e incluso todas la blasfemias. Todos los pecados serán perdonados porque en los pecados de la humanidad, por causa de la terrible ilusión de la ignorancia, de la avidez, de la búsqueda del placer, no se consigue encontrar huella de real, llena y total conciencia del daño que se causa. Todas las blasfemias serán perdonadas porque la misericordia de Dios está antes y por encima de cualquier justicia, y sobre todo porque nadie sería capaz de blasfemar si estuviera en la presencia misma de Dios, si pudiera verlo y contemplarlo en toda su gloria. Pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni ahora, ni nunca, ni después del nunca, en eterno.
Ante la evidencia y la fuerza benéfica del bien, calumniar, injuriar, enlodar el bien para convecerse y convencer que aquel bien es un mal, ante la evidencia y la fuerza destructiva del mal, justificar, exaltar, dorar el mal para convencerse y convencer que aquel mal es un bien, esto es la blasfemia, el pecado contra el Espíritu Santo Paráclito. Enlodar el nombre de quien acaba de sanarte de una enfermedad, devuelto luz en la ignorancia, confianza después de la desesperación, calumniar a Jesús que acaba de liberar del demonio un hijo de Dios, con la acusación de ser el rey de los demonios, es blasfemar el Espíritu Santo. Blasfemar la evidencia vitalizante del bien, magnificar la evidencia destructiva del mal es blasfemar el Paráclito. Blasfemar la evidencia de la luz y del bien es por un lado cometer un pecado sin perdón para siempre, es decidir de quitarse fuera de toda misericordia para siempre, para siempre, y por otro lado es decidir por la autodestrucción de cada cosa en el momento presente. Dice Isaías al respecto en el capítulo 33, versículo 1: ¡Ay de ti que devastas y no has sido devastado, que engañas y no has sido engañado! Al terminar de devastar serás devastado, al acabar de engañar, te engañarán (tradución literal del hebreo).