En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Jueves 13 Junio 2019

Décima semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Mateo 5,20-26

Las dos llaves

Una llave abre, abre las puertas del infierno ya en esta vida. Una llave abre, abre las puertas del paraíso ya en esta vida. Una llave abre la navegación en el mar venenoso y tóxico de la enfermedad, del sufrimiento y de la muerte. Una llave abre la navegación en el mar revitalizador y sanador de la salud, de la alegría y de la vida. Una llave impone el juicio y la condena, una llave predispone a la misericordia y a la comprensión. Una llave atrae a sí el juicio y la condena divinos, una llave atrae a sí la misericordia y el perdón divinos. Una llave es la división, una llave es la unidad.
La llave de la división antes que dividirnos de los demás nos divide de nosotros mismos, la llave de la unidad antes que unirnos a los demás nos une a nosotros mismos.
Juzgar a un hermano es división, comprender a un hermano es unir. Acusar a los propios semejantes es usar la llave infernal de la separación, perdonar a los hermanos es usar la llave paradisíaca de la unidad. No tiene absolutamente nada que ver tener o no tener razón en la vida, aquello que cuenta verdaderamente es la decisión de que llave usar en nuestra existencia terrena. Jesús nos revela que si por cualquier motivo usamos la llave de la división, hasta la relación con Dios queda absolutamente comprometida. No se puede estar divididos con los hermanos y unidos con Dios, imposible. Quien usa la llave de la división y de la separación se pone en jaula a sí mismo, una jaula terrible y obscura porque se vuelve deudor hacia la unidad, y la unidad es la fuente de la vida; tan deudor que no podrá entrar en la vida de la luz infinita sin antes salir de esta jaula, y para salir tendrá que haber pagado hasta el último céntimo de las deudas adquiridas en contra de la unidad. La unidad es la vida, la división es la muerte.