En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Viernes 4 Octubre 2019

San Francisco de Asís

Palabra del día
Evangelio de Mateo 11,25-30

Fuertísimamente débil

Él nace niño y no caudillo de armadas. Ya recién nacido, para defenderse de la violencia, está obligado a huir, y él no ha obligado nunca a nadie a huir. Toda su enseñanza está en coordenadas ligadas al perdón como elección definitiva, al amor por Dios y por los hermanos como principio primero, al valor imprescindible de la vida y de la persona humana, independientemente de los bienes terrenales y de las posesiones, del poder y de la gloria. Él se autodefine Cordero de Dios, no tigre, el Bello Pastor, no el terror devastador de los pueblos. Indica al mundo, como vía para la liberación y para la más grande revolución hacia la evolución y la felicidad, no las armadas, el poder, la fuerza, las organizaciones gubernamentales, los imperios, sino la metànoia, la silenciosa e íntima mutación del diálogo interior, de la orientación de la psyché, de la manera de pensar.
La flor de durazno se forma de manera extraordinariamente perfecta y maravillosa a través de procesos electroquímicos complicadísimos que pero utilizan la interacción de fuerzas electrodébiles. El tronco resistentísimo de un roble de cuatrocientos años se ha formado un poco a la vez a través de procesos electroquímicos que explotan energía electrodébil.
Las extraordinarias y todavía desconocidas capacidades del cerebro y del sistema nervioso humano se hacen posibles gracias a procesos electroquímicos que generan una corriente eléctrica debilísima, aproximadamente un décimo de voltio. En fin todo funciona estupendamente a través de energías electrodébiles, no de energías electrofuertes. Toda la vida humana, animal y vegetal está creada y se sustenta a través del uso de energías electrodébiles, sin embargo se manifiesta cada instante en realidades incalculables y maravillosas.
Jesús mismo sintetiza esta verdad cósmica y espiritual inspirándonos a abandonarnos en él y seguirlo a él para alcanzar en él todo y cada cosa, en los más altos e inconcebibles niveles de bienestar y felicidad, salud y paz. Jesús nos inspira a aprender de él, que es paciente y humilde de corazón. Él que es Dios, la Omnipotencia, la Omnifuerza que todo puede, que todo ve y conoce, Creador y Principio de cada cosa, nos inspira a usar las fuerzas electrodébiles e invencibles de la compasión, del perdón, de la gratitud, de la gratuidad y del desprendimiento de los apegos, y nos asegura que así, y solo así, usando las fuerzas electrodébiles del amor, encontraremos el verdadero reposo y el verdadero bienestar para nuestra vida.