En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Lunes 7 Octubre 2019

Vigésima séptima semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Lucas 10,25-37

Obra así y alcanzarás la vida

Ha sido el error más devastador, mortal, alucinante jamás cumplido por la humanidad. Este error perpetuado por siglos y milenios es la verdadera, única, desmesurada fuente, causa, origen de todos nuestros problemas y enfermedades, guerras y desesperaciones, injusticias y miserias. Ningún otro error del hombre tiene consecuencias tan graves y peligrosas. En toda la historia de la humanidad, nada en el mundo ha causado jamás esclavitud, enfermedad, locura, homicidios, y masacre como no darse cuenta de este error y quedarse en este error.
El error es considerar el amar o el no amar a Dios una cuestión de confesión religiosa y considerar el amor o el no amor por el prójimo una cuestión de comportamiento moral.
El texto hebreo dice literalmente: Ama al Señor Dios tuyo con toda tu mente-corazón-parte interna, con toda tu alma corporada y con todo lo mejor de ti. Ama el prójimo tuyo como a ti mismo. Jesús no dice: haz esto y serás bueno, bondadoso, santo, según la tradición de tu religión, hombre de Dios, moralmente correcto. Jesús dice: Obra así y alcanzarás la vida. Según Jesús, amar a Dios y al prójimo no está en el plano de la religión y de la moral, sino en el plano de la sobrevivencia. Obra así y alcanzarás la vida, dice Jesús. La alternativa de amar a Dios y al prójimo no es no amar a Dios y no amar al prójimo, no es no pertenecer a un contexto religioso o a una constitución moral, la alternativa es morir, morir en todos los sentidos y las dimensiones imaginables y posibles. Amar es para vivir, es para no morir. Amar para vivir está aún antes de vivir para amar, porque si el hombre no entiende que para vivir es indispensable aprender a amar, no tendrá vida ni tiempo para aprender a amar. No amar a Dios no es evitar la espiritualidad, no amar al prójimo no es renegar la moral, sino es resquebrajar la misma supervivencia, atacar y combatir la vida, tu vida, cada vida. Es morir en la mente, en la inteligencia, en las emociones, en el DNA, a través de enfermedades, desarmonías, miseria, hambre, sed, miedo, esclavitud, injusticia, horrores y oscuridad. Este es el principio al cual está suspendido todo aquello que vive. Si amas al Señor Dios tuyo con toda tu mente-corazón-parte interna, con toda tu alma corporada y con todo lo mejor de ti, se amas al prójimo tuyo como a ti mismo, vives y vivirás, si no amas, morirás. Claro, evidente, inequívoco, no interpretable. La vida o la muerte, la salud o la enfermedad, el hambre o el bienestar, la guerra o la paz nos las jugamos dentro del alma, en la elección de amar o de no amar cotidianamente, y no a golpes de tradiciones religiosas o de pertenencias a sistemas morales. Obra así y alcanzarás la vida dice Jesús y no es un chantaje, es un procedimiento para el funcionamiento, una instrucción para el uso, la reina de las informaciones, el principio primero de toda iluminación y conocimiento. Obra así y alcanzarás la vida es una espléndida noticia, es la espléndida noticia de Jesús, es el anuncio más jovial jamás anunciado y conduce a la felicidad verdadera. He aquí porque todo el mensaje de Jesús está encerrado en un texto que se llama evangelio, de euanghèlion, palabra griega que significa precisamente buena noticia, feliz noticia. Obra así y alcanzarás la vida es el principio, el fin, el evangelio, es Jesús, es todo, es siempre, es para siempre.