En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Miércoles 4 Noviembre 2020

Trigésima primera semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Lucas 14,25-33

Quien ama a quien

Para quien ama el motor del auto más que el auto, no tiene sentido tener un auto.
Para quien ama el auto más que el viaje, no tiene sentido salir de viaje.
Aquél que ama el viajar más que la tierra que está atravesando,
no podrá conocer nunca qué signifique
tener dentro de sí y al propio lado la madre tierra en el propio viaje,
y si no ama a la madre tierra no ama nada de lo que está encima de la tierra.

Para quien ama el vestido más que el cuerpo, no tiene sentido tener un cuerpo.
Para quien ama el cuerpo más que la propia vida, no tiene sentido estar vivo.
Aquél que ama la propia vida más que Aquél que ha creado la vida,
no podrá conocer nunca qué signifique amar la vida y ser amado por la vida,
y quien no ama la vida no puede ser feliz y no puede hacer feliz a nadie.

Para quien ama los ladrillos más que la casa, no tiene sentido construir una casa.
Para quien ama la casa más que la familia que vive adentro,
no tiene sentido construir una familia.
Quien ama a la propia familia y los vínculos familiares
más que Aquel que lo ha creado y ha creado los seres de su familia,
no podrá nunca conocer qué signifique amar al Creador y sentirse amado por el Creador,
y quien no ama al Creador no ama nada y nadie.

Para quien ama la encuadernación del libro más que el libro, no tiene sentido tener un libro.
Para quien ama las letras más que el libro, más que el conocimiento
que las palabras del libro transmiten, no tiene sentido leer el libro.
Aquél que ama el conocimiento más que la Sabiduría a la cual el conocimiento pertenece,
no podrá nunca conocer qué signifique amar a la Sabiduría
y ser amado por la Sabiduría,
y quien no ama a la Sabiduría y por la Sabiduría no es amado,
no sabe donde ir para alcanzar la luz de la vida sin fin.