En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Jueves 11 Febrero 2021

Quinta semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Marcos 7,24-30

Gastrónoma

La mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, es extranjera, es una extraña, pero es, con certeza, una gastrónoma excepcional. Jesús trata de quedarse escondido, pero la gastrónoma tiene un buen olfato, lo encuentra enseguida y va donde él inmediatamente. La mujer no conoce su idioma pero tiene un paladar finísimo y sabe exactamente de cuál palabra alimentarse y suplica para que esta Palabra de Vida profiera un solo sonido, porque un solo sonido es salvación cierta. La mujer no tiene apoyos, no tiene conocimientos, no tiene tradiciones religiosas a sus espaldas, no pertenece tampoco al pueblo de Dios, pero es una gastrónoma como pocas y se pone a la mesa del Maestro Jesús con humildad, tenacidad, agudeza, ingenio invencible, con decisión absoluta.
Dios ama a los gastrónomos, se desvive por ellos, por ellos hasta cambia las reglas del juego.
En medio de mesas humanas, que en la historia por turno están preparadas de toda falsa verdad, de peligrosa persuasión, de engaño, ignorancia, ideología – toda esta comida venenosa e hipoenergética para el hombre – los gastrónomos reconocen con la nariz de la inteligencia del espíritu que sólo a la mesa del Maestro Jesús, en el comedor del evangelio, la humanidad puede alimentarse de la comida perfectamente dedicada al metabolismo espiritual y existencial del hombre.
La gastrónoma salva a sí misma y salva a su hija; los hijos de la historia de la salvación, por el contrario, invitados desde hace milenios a la mesa de la luz y de la vida, regresan a casa con la barriga vacía.