En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Miércoles 18 Agosto 2021

Vigésima semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Mateo 20,1-16a

Murmurar

Esta parábola puede claramente referirse a la llamada del Señor a la vida de fe y al servicio del reino de Dios, llamada que ocurre para cada uno en tiempos y modos distintos, pero, ampliándola al acontecimiento de toda la historia humana, su significado es aún más denso y poderoso.
No se nos ha dado a conocer hace cuánto tiempo atrás pueda corresponder el alba de la parábola evangélica, pero se puede intuir que, en horarios sucesivos, en el día de la creación, los hombres han tenido la oportunidad de escuchar de la viva voz del Señor, la invitación a servir la vida y a servirse de la vida de manera plena, inteligente, honrada, armoniosa, espiritualmente evolucionada, para glorificar el resplandor de la obra creativa. Por cierto la invitación a trabajar con honor en la viña del universo estaba relacionada también a un sueldo, a una recompensa que no podía ser otra que la moneda del bienestar pleno y compartido, la plenitud de la paz y de la felicidad. ¿Cuántas y cuántas veces el hombre se ha evolucionado, en las variadas direcciones posibles a la inteligencia, para luego tener que recomenzar desde principio porque había perdido el sentido de la existencia, el eje espiritual, la armonía interior y el rostro de Dios?
No se nos ha dado a conocer cuántas veces y de cuáles maneras el Señor de la vida haya salido por las calles de la vida y de la historia, para reprender e inspirar a sus hijos, guiarlos, iluminarlos, despertarlos. Por cierto se nos ha dado a conocer como, cada gajo de humanidad, cada civilización y época, ha respondido, de manera más o menos entonada, a la invitación del Señor que los llamaba a servir la vida y a servirse de la vida con amor y sabiduría.
Dentro de todo este inmenso proceso de comprensión y evolución, la nota justamente desentonada es el murmurar de los primeros “trabajadores de la viña” sobre el comportamiento del Señor de la vida con respecto al sueldo concordado. Denota que, aunque hayan salido primero, salieron primero para nada, si todavía en su corazón aloja la envidia, envidia por la bondad del Señor de la vida. Han salido primero sin resultados, si aún piensan mal del Señor de la vida, piensan mal de su pacto, de la su justicia, de su visión omnipotente de la vida y de todas las cosas.
Los primeros han salido justamente para nada, si todavía en su corazón el sentido del deber no se ha evolucionado en iniciativa apasionada, en libre dedición amante, si el peso del vivir o el no sentido no se han evolucionados en plena gratitud del corazón y en gratuidad del gesto.
En cualquier horario de la historia tú hayas sido llamado a servir la vida y a servirte de la vida, no murmures, hermano, no murmures nunca contra el Señor de la vida.