Impedimentos y facilitaciones
El Evangelio nos revela los impedimentos más funcionales para bloquear la maduración y por lo tanto los frutos de la semilla que Dios siembra con su Palabra. Son tres:
- la no comprensión o la comprensión débil e incierta de la Palabra misma, la ignorancia intelectual;
- la comprensión y la acogida con gozo de la Palabra sólo por un periodo de la vida, y el apagamiento de todo cuando llega el tiempo de la prueba, la superficialidad emotiva;
- escuchar la Palabra y, durante el camino, dejarse sofocar por preocupaciones, riquezas y placeres de la vida, la pereza espiritual.
El evangelio nos revela los agentes más eficaces para facilitar la maduración y por lo tanto los frutos de la semilla, que Dios siembra con su Palabra. Son tres:
- escuchar la Palabra con corazón íntegro y bueno, sin prejuicios y sin pensar mal de Dios, sin conflictos interiores, sin estar en revuelta y en desafío con nadie;
- custodiar la Palabra a través de la oración y de la meditación constantes, para que no deslice fuera del corazón y de la mente;
- ser perseverantes en el llevar fruto según la Palabra, sin esperarse nunca nada de nadie, también en los días de la prueba, de la persecución, de la tentación y de la soledad.