En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Sábado 25 Septiembre 2021

Vigésima quinta semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Lucas 9,57-62

Adecuado

La madriguera es casa, vivienda, morada, refugio, amparo. La madriguera es seguridad, es certeza. La madriguera es apoyo, es apoyos, adentellados, adherencias, facilitaciones, enganches. La madriguera es andamio, respaldo, asistencia, ventaja. La madriguera es defensa, tranquilidad, barrio, lugar, remedio, cobertura, nombre. La madriguera es la silla del poder, es trono, clase social, es nombre, es título. El nido es hogar, es familia, relación, cueva. El nido es asilo, tejado, caseta. El nido es patria, puerto, núcleo, linaje.
Aquel que dijo a Jesús: Te seguiré adonde vayas, buscaba en Jesús madriguera y nido. Jesús se apresura a recordarle que, siguiendo a él y al evangelio, no encontrará nunca ni madriguera ni nido en esta tierra, pero encontrará misión y tareas sin seguridades y sin apoyos para el reino del Amor, para el reino de Dios, a favor de la humanidad. Quien sigue a Jesús para asegurarse madriguera y nido no es adecuado a Jesús y al evangelio.
Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre  significa pedir que sean dejados libres, antes de servir el evangelio y el reino de Dios, de ocuparse de arreglar todos los encargos que conciernen los vínculos de los padres, entre los cuales asegurar la vejez y acompañar hasta la muerte sus propios padres. Para quien elija servir el evangelio y el reino de Dios, Jesús se apresura a contestar: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios. Una manera dura y casi severa para decir que cada generación debe archivarse sola. Para quien elija servir el evangelio y el reino de Dios, Jesús afirma que no puede existir otra familia fuera de la humanidad que ha decidido servir. Todo lo demás y todos los demás, padres incluidos, deberán recorrer simplemente su camino. Permíteme antes despedirme de los míos significa considerar todavía los vínculos parentales por encima de la propuesta evangélica. Aquel que es llamado por Jesús para seguir el evangelio y para anunciarlo al mundo pero tiene encadenado al corazón el sistema familiar como centro de sus tesoros, y retiene y considera el parentesco, la consanguinidad, el linaje, la dinastía, como si fuera más autorizado, importante, determinante, dominante con respecto al seguir a Jesús y a su propuesta de vida, no es adecuado al reino de Dios.