En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Jueves 30 Septiembre 2021

Vigésima sexta semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Lucas 10,1-12

Lo que interesa

En cualquier caso, siempre y de todas formas, el hombre pide a Dios, a sí mismo y a los demás lo que de verdad le interesa. Hasta que el hombre pida ser representado por la forma de un paño, le será dada la moda. Hasta que el hombre pida divertirse, mirando a otros que compiten y rivalizan, le será dada esta forma de divertimiento y de distracción. Hasta que el hombre pida ser iluminado por las opiniones de la mayoría, le será dado el consuelo de los opinionistas. Hasta que el hombre quiera perseguir su propia riqueza y bienestar con un golpe de azar y de la suerte, le será ofrecido el echar al viento – viento que puntualmente deposita todo en los bolsillos del grupo de las ventajas – montones de energía económica. Hasta que el hombre quiera perseguir riqueza y bienestar sólo para sí mismo y para su propia familia, le será dado el echar energía económica en las manos de otros, para que otros canten por él, decidan por él, jueguen por él, toquen por él, se diviertan por él. Hasta que al hombre le interesa y aprecia la iluminación y el entretenimiento del doméstico espejo fluorescente, es perfectamente coherente que un peatón del tablero de los deportes competitivos gane en un año la energía económica que otros millones de hombres no ganarían nunca ni siquiera trabajando duramente durante mil vidas. Hasta cuando al hombre le interese la ignorancia, la esclavitud, la miseria, ignorancia, esclavitud y miseria le serán suministradas y dadas. Cuando el hombre empiece tener interés por lo verdadero, por el conocimiento, por la verdadera evolución, por tener hombres y mujeres capaces de inspirar el corazón de otros hombres y otras mujeres, por construir una vida luminosa y llena de cualquier bien para todos, entonces todo esto será ofrecido con prontitud a la humanidad. Desde hace milenios las poblaciones maldicen la vida por lo que la vida les tiene reservado a ellos, por lo que de la vida cada día reciben y que a ellos no les gusta, pero pocos se concentran sobre lo que a la vida han pedido y están pidiendo. Jesús envía sus discípulos de dos en dos por el mundo para inspirar a las poblaciones y las gentes, pero está perfectamente conciente que incluso los discípulos serán pocos hasta cuando a los hombres no les interese ser inspirados. Hasta que al hombre no le interese ser inspirado, no rogará al Padre para que envíe al mundo los inspiradores suyos.