En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Viernes 28 Enero 2022

Tercera semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Marcos 4,26-34

¿Cómo es posible?

¿Cómo es posible que los hombres, los hijos de Dios, creaturas divinas creadas de manera tan refinada y compleja, dotados de consciencia e inteligencia, capaces de construir mentalmente ideas, filosofías, conceptos, imágenes, no logren entender lo que Jesús dice? ¿Lo que Jesús debe revelar a la humanidad son conceptos tan lejanos de la comprensión de la mente humana? ¿Son de verdad tan difíciles de entender y de comprender? ¿Por qué Jesús está obligado a revelar su Palabra a la gente a través de parábolas, de lo contrario nadie entiende nada? ¿Dónde está el problema, en que la Palabra de Jesús es inalcanzable o en las dificultades de comprensión del hombre? No es Jesús que es inalcanzable y que dice cosas incomprensibles, sino son más las capacidades intelectuales del hombre que por alguna razón no son aprovechadas correctamente, reduciendo así drásticamente sus posibilidades de comprensión. ¿Por qué al hombre le cuesta trabajo comprender lo que dice Jesús? Porque la inteligencia no es sabiduría. Poseer las capacidades intelectuales no significa poseer la sabiduría. Como poseer un caballo no significa saber cabalgarlo, así tener todos los ingredientes no significa saber hacer un dulce, ni tener todo lo necesario significa saber encender un fuego.
A Jesús le cuesta trabajo hacer entender a la humanidad qué es el reino de Dios. ¿Por qué? Porque el hombre ha acostumbrado tanto a su mente a compilar pensamientos de duda sobre la existencia de Dios, pensamientos de sospecha de su bondad y misericordia, pensamientos que acusan a Dios como el culpable por el mal, las enfermedades, las desgracias, culpable de la muerte, que la mente ya no puede concebir conocimientos que se refieren a Dios y a su mundo. Es difícil hacer entender qué es y cómo funciona un avión a unas inteligencias que no conocen las leyes de la aerodinámica. Obligando la mente a pensamientos contra Dios el hombre ha macerado gradualmente sus propias capacidades intelectuales con el resultado que ya no logra aprovecharlas al máximo para ser sabio y para evolucionarse en el verdadero bienestar y hacia la felicidad. Pensar mal de Dios hace gradualmente estúpidos. ¿Y qué es la estupidez? La estupidez es la incapacidad de la mente de lograr poner en relación de forma armoniosa todos sus contenidos. La estupidez es utilizar la inteligencia para seguir de forma fragmentaria unos fragmentos cognoscitivos, sin lograr ponerlos en relación entre ellos para el verdadero bienestar del hombre. Estupidez es estudiar, profundizar, conocer la harina, el fuego, el agua por siglos como mundos distintos y separados, sin lograr nunca poner en relación las informaciones, los conocimientos, las energías de estos elementos para lograr hacer el pan.
Jesús está obligado a hacer ejemplos para hacer comprender a la gente su mensaje, porque las ejemplificaciones tienen el poder de poner en relación las distintas áreas cerebrales de la mente, favoreciendo el intercambio de informaciones y aumentando las capacidades cognoscitivas, y esto consiente al cerebro humano un centelleo momentáneo de sabiduría. Porque la luz del conocimiento y de la sabiduría es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.