En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Jueves 2 Junio 2022

Séptima semana de Pascua

Palabra del día
Evangelio de Juan 17,20-26

Desde adentro

No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno. Literalmente no está escrito "por los que, gracias a su palabra, creerán en mí", sino "para los creyentes por su palabra en-dentro [griego: èis] mi" (la preposición griega èis, "hacia, en dirección de", indica tanto complemento de movimiento, como complemento circunstancial de lugar, "dentro, habitante, residente en un lugar").
Aquellos que se reconocen de Jesús tendrán la fuerza de evangelizar a otros hombres, no sólo porque conocen y poseen la Palabra de Jesús y de él han recibido el mandato, sino antes que nada porque están inmersos dentro de la Palabra, porque habitan, residen, viven dentro de la Palabra y a la Palabra misma se apoyan y en ella traen fuerza. En el pasaporte de aquel que ama y desea seguir a Jesús, allá donde está escrito: "residente en", debería estar anotado "en la Palabra suya".
La palabra de Jesús se puede anunciar sólo desde el interior de su misma Palabra, más por residencia que por mandato. Entre conocer, poseer a la Palabra y residir dentro de ella hay una diferencia cósmica, parecida a aquella que hay entre leer las notas de una pieza musical y estar completamente dentro de una orquesta que las está traduciendo en vibraciones, que está tocando la música que sale de ellas. No se puede anunciar la Palabra por sí mismos, sino sólo si se está enganchados desde adentro a la Palabra misma. Todavía hay más.
Como es cierto que no se puede anunciar al evangelio excepto que desde dentro al evangelio mismo, es también cierto que el anuncio de los procedimientos de Jesús debe absolutamente desarrollar unidad, unión, compartición en quien los escucha. Si el evangelio no conduce a la unidad entre las personas, a la unión entre los corazones, no es el camino de Dios y no conduce a ningún lado. Jesús reza intensamente porque el sumo bien de la unidad sea parte integrante de la vida de los suyos, porque sabe perfectamente que nada tiene sentido y tiene motivo de existir si, en la maravillosa diversidad de los dones de Dios, quien cree en el Hijo no logra llevar frutos de unidad y compartición.