De que depende
¿De qué depende toda la vida del hombre? Depende exactamente de aquello en que cree y de su cotidiano diálogo interior, de lo que se dice dentro, de como se habla dentro cada instante. Y, ¿en qué puede creer un hombre? ¿En cuántas realidades puede creer un hombre? Básicamente en dos. Dos y sólo dos son los posibles credo del hombre y no son creer en Dios o no creer en Dios. Un hombre puede tener sólo dos credo a los cuales dedicar todo sí mismo por toda la vida, y uno se opone al otro. Posesión o amor, de los cuales dependen inmediatamente la elección de la avidez o de la compartición. Estos los dos credo posibles al hombre. Posesión-avidez por su naturaleza es la raíz de la destrucción de toda cosa. Amor-compartición es la raíz del bienestar y de la armonía de la vida. La avidez se sirve del dominio-tiranía, la compartición de la humildad-servicio. La avidez se alimenta de gratificación momentánea, la compartición se alimenta de felicidad, de alegría, de verdadero bienestar para todos y duradero. La avidez es precepto-procedimiento de Satanás y garantiza la extinción del hombre, la compartición es precepto-procedimiento de Dios y garantiza la feliz evolución de la vida del hombre. Estos los dos posibles credo del hombre en las relaciones, en la cultura, en la política, en la economía, en las religiones, en el trabajo. No hay otra cosa.