En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Sábado 11 Junio 2022

San Bernabé Apóstol

Palabra del Día
Evangelio de Mateo 10,7-13

Tan simple tan difícil

Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
Tan simple, tan difícil. Simple, porque se trata de anunciar algo que no proviene del hombre, sino es para la absoluta ventaja y el beneficio de todos los hombres. Se trata de anunciar algo que no es de nuestra propiedad, sino es para nosotros. Es un mensaje completamente nuevo y nunca oído, de una belleza nunca vista e inaudita, que lleva inevitablemente sólo al gozo y a la felicidad. Es difícil, porque tenemos miedo de anunciar un mensaje que tiene la potencia de cambiar todo, precisamente todo, comenzando por el cambiar el hombre desde el interior: ninguno de nosotros está listo para abandonar para siempre sus costumbres, sus certezas, sus adiestramientos, sus propias ventajas, la orientación mental tan dedicada al interés y al provecho.
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios.
Tan simple, tan difícil. Simple, porque curar es un don de Jesús, una potencia entregada a nosotros por él para el bien de todos y de cada uno, para realizar al instante, en la piel del hombre, la fuerza y la armonía espiritual de los procedimientos evangélicos anunciados. Difícil, porque no queremos aceptar que Jesús no quiere y nunca ha querido separar la salvación de la salud: él nos quiere siempre y al mismo tiempo sanos en el cuerpo y salvos en el espíritu, en paz y felices en el corazón. La primera señal según la cual los seguidores de Jesús ya no estaban enraizados en el evangelio ha sido la clara separación entre el don de anunciar y el don de curar a los enfermos, resucitar a los muertos, expulsar a los demonios.
Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.
Tan simple, tan difícil. Simple, porque es una realidad más allá de cada evidencia, todo y siempre lo recibimos de Él. Simple, porque la gratuidad es una de las más grandes energías del universo y hace posible todo. Difícil, porque por miedo a perder el poder y el prestigio, por amor de ambición y vanidad hemos confundido el don con el control, el deber de administrar con la presunción del poseer, el servicio de guiar con la arrogancia del mandar.