En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Lunes 13 Junio 2022

Undécima semana del tiempo Ordinario

Palabra del día
​Evangelio de Mateo 5,38-42

Procedimientos de muerte y de vida

Primer procedimiento
No hagan frente al que les hace mal, literalmente: no hagan resistencia [griego: anthìstemi] al malvado. Anthìstemi – formado por el adverbio antì, “contra, de frente”, unido al verbo ìstemi, “pongo, coloco” – significa: “hago resistencia, no cedo, resisto, me opongo, contradigo; pongo contra, opongo, contrapongo”. Expresa el estado espiritual del estar, del vivir, del estar fundado, clavado, estructurado en la contra, en la rebelión, en el desafío, en la confrontación, en el de frente, en cara a, en conflicto con. Cada no-aceptación de la realidad, en el diálogo interior comporta automáticamente el estar en oposición, el estar contra, el moverse en rebelión. Por su procedencia y naturaleza divina, el hombre tiende a no aceptar el mal, porque está dirigido y predispuesto al bien y al amor. Satanás utiliza esta natural inclinación del hombre, a no tener nada que ver con el mal, para hacerlo entrar en el mal, para que así resida estable en el mal. La más potente de las tentaciones es instigar al hombre a estar en el antì, en un estado de normal oposición y rebelión. El procedimiento vital, según el evangelio, está justamente en elegir de estar y quedarse en el no oponer resistencia, es decir en el no colocarse en el estado del estar contra, de la rebelión, del desafío. La ley del talión, en cuanto a forma de resistencia, de oposición al mal, lleva a alimentar y a nutrir la potencia y la fuerza del Maligno. En lugar de oponer resistencia, Jesús propone otra vía.
Literalmente está escrito: a quien te percute en la mejilla derecha, vuelve [griego: strèpho] a él también la otra. Jesús propone vuelve también la otra, literalmente, vuelca, desbarata: la antigua raíz de este verbo, strèpho, es el acadio turbu’u, “torbellino”. Es como decir: desbarata el mal con una elección que sea un torbellino, un desconcierto total del mal. No utilices el mal para oponerte al mal, desbarata este sistema con el torbellino, con la energía superior del amor y del perdón.
Segundo procedimiento.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale [griego: aphìemi] también el manto. Aphìemi, verbo que tiene tantísimas correspondencias en hebreo, significa “dejo ir, dejo libre, abandono, dejo en paz, consiento, remito”. Dejar ir, no retener es el segundo procedimiento ofrecido por Jesús para vivir sanos y salvos. Dejar ir no significa nunca desinterés, ausencia de pasión y empeño, pasotismo. Si estas en la tensión del retener, es sin lugar a dudas porque alguien te está quitando algo, y es precisamente este retener dentro y fuera que siembra el mal y la muerte. Jesús a este estado propone una alternativa, una vía inédita, desconocida, difícil de concebir con la mente humana. Deja ir, no retengas. No retener significa al que quiere quitarte la túnica, déjale también el manto. Increíble, asombroso, inimaginable, impensable. Está más allá de toda comprensión y procedimiento mental y moral. Está más allá de todo adiestramiento, constitución, cultura, política, justicia, ley, convención, convicción, principio. Está más allá de toda sabiduría, filosofía, religión. Está inclusive más allá de la caridad, más allá del compartir. Está totalmente más allá de toda contextualización e interpretación posible. Este es el evangelio, este es Jesús.
Tercer procedimiento.
Literalmente: al pidiente a ti da [griego: dìdomi] y al que quiere de ti recibir un préstamo no volver las espaldas. El procedimiento es dìdomi, “dono, confío, rindo, permito, aseguro, entrego, doy en premio”. Dìdomi tiene en sí todos los significados del dar, del donar, al distribuir, al proveer, al recompensar. El tercer procedimiento es la gratuidad. La gratuidad es aprender a donar y a ofrecer sin miedo de perder o tener que renunciar a algo y sin esperar algo a cambio. En verdad donar gratuitamente revela inmediatamente como la sensación incontrolable de perder o de renunciar a algo es sólo una potentísima ilusión.
En práctica el evangelio propone, al estado mortal y destructivo de anthìstemi, de la oposición y la rebelión, el antídoto de la aceptación, traducible espiritualmente con el estado de la gratitud. Mientras al estado mortal y destructivo del retener, del no dejar ir, Jesús propone como antídoto dìdomi, el movimiento espiritual del donar con gratuidad.
Oposición-rebelión-retener, el procedimiento de Satanás.
Gratitud-gratuidad-dejar ir, el procedimiento del Señor Jesús.