En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Viernes 17 Marzo 2023

Tercera semana de Cuaresma

Palabra del día
Evangelio de Marcos 12,28b-34

El primer procedimiento

¿Cuál es el primero de los mandamientos? Literalmente: ¿Cuál es el procedimiento (en griego entolèantes de todos?
El procedimiento-entolè no es un precepto impuesto por el exterior, sino una exigencia que nace desde adentro, una especie de ley de naturaleza de la cual no podemos sustraernos.
Se podría decir que entolè significa exigencia de funcionamiento, es el procedimiento, el conocimiento del mecanismo que puede hacer funcionar una cosa. No es por lo tanto un mandamiento en sí, sino es el procedimiento, el método cierto, aquella determinada manera que funciona y es eficaz. Es al mismo tiempo la instrucción para el uso y el conocimiento del mecanismo interno del funcionamiento de una realidad.
Tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. Literalmente: Y amarás al Señor el Dios de ti desde el entero kardìa-corazón-mente tuyo y de la entera psyché-manera-de-pensar tuya y de la entera diànoia-intención-proyecto tuyo (es el producto de la psique, el efecto de la acción del pensar) y de la entera ischyos-fuerza-vigor-potencia-firmeza tuya.
Aquí está el primer procedimiento del manual de uso para el “programa vida”. Esta es la primera ley dominante a la cual todo lo que existe hace referencia. No hay átomo, cría de oso, cascada, pétalo, canto de pájaro, vuelo de águila, ola del mar, mutación galáctica, rabo de zorro, raíz que no se de cuenta, instante tras instante, de este procedimiento y que no derive de esta ley dominante.
Seguir este procedimiento libera inmediatamente de los apegos, vuelve a donar espacio psíquico, físico y espiritual, borra el retener malamente, tan peligroso para la salud de la persona, reordena los afectos, hace cumplir los sueños, potencia el deseo, abre a la misericordia y a la compasión, enseña a pedir perdón a Dios, permite ofrecer el perdón a los hermanos, sumerge completamente el espíritu y el corazón, además del sistema neuroendocrino inmunitario, en la gratitud y en la paz. Jesús insiste: No hay otro mandamiento más grande, literalmente: otro más grande procedimiento no hay.