En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Domingo 19 Marzo 2023

Cuarto domingo de Cuaresma

Palabra del día
Evangelio de Juan 3,14-21

Es probable

Es probable que la humanidad llegue a emprender el camino de la verdadera fe en Dios y de la verdadera libertad, solamente después de haber probado todos los demás caminos posibles.
Es probable que, después de haber hecho caso a todas las voces y a las luces engañosas, nos daremos cuenta que la voz de Jesús es la más confiable y pacífica. Sólo Él es la verdadera luz del mundo.
Es probable que, después de haber probado y provocado, con nuestra razón, todas las nieblas y confusiones posibles, un día nos dejaremos envolver y guiar sólo de la Nube Santa de Dios, sin discutir e interferir más con su sabiduría.
Es probable que, después de todo este mundo de mentiras sobre mentiras, aprenderemos a elegir la verdad que libera, para hablarnos y construir nuestro diálogo y nuestras relaciones humanas en la verdad.
Es probable que, después de haber gastado toda la vida por el dinero y el poder, llegaremos a darnos cuenta que nuestro ser vive sobretodo de libertad y de respeto amoroso.
Es probable que, después de haber usado todas las energías a nuestra disposición para justificar todo el mal que hacemos para hacerlo parecer como un bien, un día nos daremos cuenta de lo que hemos hecho, y comenzaremos a pedir perdón.
Es probable que un día abriremos los ojos de este sueño hipnótico e innatural y podremos ver a Jesús, el Hijo de Dios, en su esplendor inaccesible de luz y nos daremos cuenta de quién hemos dudado y a quién hemos mofado durante toda la vida.
Es probable que un día tendremos conciencia de la absoluta realidad del mundo espiritual y de la energía de luz divina que todo invade.
Es probable que un día ya no pasaremos nuestro tiempo a estudiar las pequeñas conclusiones y opiniones de los pensadores humanos, sino que con afecto nos haremos enseñar por el evangelio y por la Palabra de Aquel que es.
Es probable que después de haber acabado con nuestra salud física y psíquica y renegado nuestra alma hasta tocar fondo por esta abnegación perversa a la exterioridad degradante y sin alegría, nos dedicaremos en paz a la naturaleza y a la vida misma. ¡Es probable!
En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo,
y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz,
porque sus obras eran malas.
Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella,
por temor de que sus obras sean descubiertas.
En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz,
para que se ponga de manifiesto que sus obras
han sido hechas en Dios.

Hay bien poco que añadir.
Cada uno de nosotros sabe y siente si, y en que luz o en que oscuridad, está cumpliendo su vida.