Miércoles 26 Febrero 2014

El que no está contra nosotros está con nosotros

Jesús ha entregado las llaves del reino a Pedro y a la iglesia pero, para evitar peligrosos equívocos y terribles tentaciones que despistan, aclara inmediatamente que el Espíritu Santo Paráclito no se puede cercar bajo ninguna bandera, y Pedro y la iglesia no son, ni pueden ser, los depositarios de toda la novedad, la profecía, la luz, la potencia sanadora, la potencia contra los demonios, el conocimiento, la fantasía, la delicadeza del Espíritu de Dios.
En cada ángulo de tierra y de corazón donde se viven, conocidos o menos, los procedimientos del evangelio, allí existe iglesia de Dios. En cada ángulo de tierra y de corazón donde se prodiga con amor en nombre del amor de Dios, donde se viven y se encarnan en la verdad las bienaventuranzas, allí existe Jesús, existe iglesia, existe el Espíritu Paráclito que sopla y guía.