En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Miércoles 25 Noviembre 2020

Trigésima cuarta semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Lucas 21,12-19

Traicionar 

El objetivo de Lucifer es hacer lo todo posible para que el mayor número de hijos de Dios, de una manera u otra, se entreguen voluntarimanete en sus manos satánicas, de manera que ésos se pierdan definitivamente, se alejen completamente del amor y de Dios. Quien se entregue espontáneamente a Satán entrega a él la vida de su propio espíritu, de su propio corazón y de su propio cuerpo.
Sin embargo Satán no tiene el poder de afferrare el espíritu y el corazón de los hombres que han elegido de amar y servir el Dios de la vida y que no se entreguen a Satán en nombre del poder, del éxito, del prestigio, de la riqueza, de la gloria humana. Satán tiene el permiso de golpear sólo su persona física y su vida material y social, y no puede de todas maneras hacerlo directamente con sus manos, tiene que hacerlo a través de las manos, las elecciones, las acciones de los hijos que a él se han vendido y dedicados.
Los amigos de Dios que se comprometen para la salvación y el despertarse del pueblo de Dios, son los que Satán odia más en absoluto, son sus enemigos peores pero no puede golpearlos directamente en el corazón y en el espíritu, y, entonces, ¿qué hace? Satán ha organizado todo su reno sobre la tierra de manera que los siervos de Señor, que están al servicio del pueblo de Dios, en esta vida terrena estén constantemente obstaculizados, ralentados, oprimidos por enemigos, tanto ocasionales como estructurados, como el sistema del poder, las jerarquías, las estructuras del adiestramiento, los principatos económicos. Satán, no pudiendo meter directamente las fauces sobre el espíritu y sobre el corazón de los siervos de Dios, intenta convencer sus propios siervos a que entreguen los obreros del Señor en las manos de sus enemigos jurados de la tierra, que están siempre listos para golpear, destruir y aniquilir los hijos de Dios. ¿Cuál es la manera prevista por Satán para hacer que sus siervos entreguen los hijos de Dios en las manos de los enemigos? Es la traición. Traicionar, del latino tradere, significa dar, entregar, poner en la mano del enemido. Traicionar no es sólo faltar de fe hacia él que confía, traicionar es stringere un acuerdo con el mal para entregar alguien al enemido. A través de la traición , que entrega un hijo de Dios en las manos de los enemigos, los siervos del mal venden su corazón a Satán y adquieren mayor poder humano. El señor y maestro de la traición es Lucífer, porque es a través de la traición que fagocita las almas de los hijos de Dios que a él se someten, obstaculizando asíel camino de los siervos del Señor. Jesús avisa la humanidad que Satána usará todo y todos para obstaculizar el camino de los hijos de Dios, y usará sobre todo la traición para entregar los hijos de Dios en las manos de sus enemigos. Gesù aggiunge pure che Satana, il re beffardo del tradimento, farà sì che a tradire i figli di Dio, per consegnarli ai loro nemici, siano proprio le persone più vicine e di fiducia come i genitori, i fratelli, i parenti, gli amici. Traicionar los hermanos y entregarlos a los enemigos es una manera eficacísima y potente para hacer entrar Satán en el propio corazón y entregar la propia vida a él. Quien no quiere traicionar a los hermanos tendrá que padecer calumnia, condena, persecución, también la muerte, pero nada de la propia esencia espiritual y de la propia vida divina será rozado por el mal. Jesús es claro: quien no traiciona los hermanos y quien no los entrega al enemigo no será tocado por el Maligno y ni siquiera un pelo de su cabeza irá a ser perdido.