Inmediatamente
Inmediatamente, en griego euthùs, es un adverbio con el significado de: “rectamente enderezado, recto; franco, justo; inmediatamente, correcto, al instante”. Es uno de los adverbios preferidos por el evangelio y por el amor. El inmediatamente del evangelio no lleva consigo la tensión de la prisa, de la presión, del ansia, del miedo, sino la energía de la respuesta de amor en su plenitud. El inmediatamente del evangelio está en el tiempo y en el espacio y en todas las otras dimensiones y direcciones, está en el Espíritu y en los músculos, en la mente y en los pies, como el sí de María al ángel Gabriel. El inmediatamente evangélico no es una respuesta, sino es la respuesta, la única respuesta posible a Jesús que llama. Inmediatamente desentraña completamente la energía del corazón, la dedición de la inteligencia, la ausencia de la duda, el silencio de las preguntas. En el inmediatamente evangélico no hay conexión con el pasado, ni arrepentimientos por las cosas que han sido, no hay ansia de prestación, ni tensión para las perspectivas, sino sólo la determinación humilde y amante del presente. En el inmediatamente evangélico está toda la elección interior, el envolvimiento del ser, el abandono del corazón junto a la perfecta, total y humilde conciencia de no tener las fuerzas porque aquel inmediatamente se vuelva pronto un siempre. El inmediatamente del amor es magnífico, pero luego hace falta camino, perseverancia, gradualidad, amor y oración para que se haga el siempre. Sólo permaneciendo unidos a Él, el inmediatamente del amor puede hacerse el siempre del amante. Pedro y su hermano Andrés, Santiago y su hermano Juan han elegido y contestado a Jesús con su entusiasmante, joven, fresco, poderoso inmediatamente, pero luego, ¿a través de cuántas caídas, traicciones, infidelidades, miedos, renegaciones, , errores y pecados, aquel inmediatamente se ha vuelto un siempre en las manos de Dios y en el corazón de aquellos hombres? Ante Dios no hace falta ser perfectos en el siempre, sino en el inmediatamente. ¿Quién nunca podría ser perfecto en el sempre? El amor pide la respuesta del inmediatamente, la respuesta del inmediatamente para recomenzar, para volver a salir, para pedir y ofrecer perdón. Sólo Dios ama inmediatamente y siempre, él nos dará la fuerza para transformar en siempre nuestros pequeños, pero firmes, inmediatamente.