En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Miércoles 1 Mayo 2024

Quinta semana de Pascua

Palabra del día
Evangelio de Juan 15,1-8

Sarmiento

Es el vínculo entre el sarmiento y la vid que permite al sarmiento llevar su fruto. Jesús usa con decisión esta simbología para revelar la importancia absoluta de mantener cuanto más fuerte y firme posible el vínculo con él.
¿Por qué Jesús insiste tanto sobre el vínculo con él? Porque la vida está hecha de vínculos y existe a través de los vínculos. La vida física está entretejida de vínculos, enlaces químicos, enlaces de moléculas o de cristales, enlaces electromagnéticos. El enlace permite la transmisión de la energía y de las informaciones. Los vínculos fuertes tienen un contenido energético mayor y son más difíciles de romper, los vínculos débiles tienen un contenido energético menor y son más fáciles de romper. Existen vínculos de tipo, grado y valor, utilidad y significado diferente. Existen vínculos psíquicos, relacionales, afectivos, laborales, de sangre, de pertenencia, culturales, ideológicos, espirituales. El vínculo permite la transmisión de energía, los vínculos vitales transmiten la vida, los vínculos mortales transmiten la muerte. El vínculo más natural es aquello para la supervivencia, mientras aquello más innatural es aquello con el deber. El que se crea más velozmente es aquello creado por la imitación, el más lento para instaurar es aquello consigo mismos. El vínculo más seductor es aquello del poder, el más venenoso es aquello generado por la envidia. El más peligroso es el vínculo creado por el poseer. El vínculo más esclavizante es aquello generado por la sed de dominio, el más innoble es el vínculo con la sumisión, aquello más agotador es el vínculo con el control. El vínculo más insano es aquello con la venganza, el más estúpido es el vínculo con el dinero, el más tóxico es el vínculo con el pasado, el más perverso es el vínculo con la aprobación de los demás. El vínculo que crea más dependencia es aquello con la ambición, el más decepcionante es aquello con las expectativas de los demás. El más mortal de los vínculos es el vínculo con la separación, aquello que atenaza más es aquello con la avidez. El vínculo más satánico es el vínculo que Satanás crea entre nosotros y la distracción. El vínculo más indestructible es aquello que se crea en el perdón, aquello más exaltador es el vínculo del amor que deja libres, el vínculo supremo es el vínculo del amor que vuelve independendientes. El vínculo más divino es el vínculo que se genera a través de la loa y del agradecimiento a Dios, para la gloria de Dios.
Todo en la vida es manejado por los vínculos porque de otra manera no sería posible la transmisión de energía y por lo tanto la vida misma. Desde el instante de la creación todo está atado con hilos invisibles al acto creativo de Dios que dona a todos vida, movimiento, energía, significado. Incluso Satanás y sus ángeles, que de Dios se han separado, aún están conectados a Él de una manera u otra, de lo contrario no podrían estar vivos, moverse y manifestar energía.
El contenido energético del vínculo determina la calidad y la fuerza del vínculo y, al mismo tiempo, la calidad y la fuerza del vínculo determina el contenido energético del vínculo. En práctica, el  intercambio de mucha energía crea un vínculo fuerte, pero también un vínculo fuerte permite la transmisión de mucha energía. Un vínculo fuerte permite una poderosa transmisión de energía. Una poderosa energía vuelve un vínculo fuertíssimo. Si el vínculo es débil, esto significa que el contenido energético es bajo.
Nos toca a nosotros elegir el tipo de vínculo para determinar el tipo de energía que deseamos ceder y recibir. Con el ejemplo del sarmiento y de la vid Jesús nos informa que su vínculo con nosotros es total, fiel, indestructible en nombre del amor que nos lleva, porque somos sus criaturas, sus amadísimos hijos, pero nos inspira también a entender que, si nosotros crecemos en la conciencia de cuanto es bello y vital estar constante y amorosamente atados a él, él podrá transmitir en nosotros toda la energía y el conocimiento necesarios para vivir felices y en paz, sanos, libres, independientes. Dios está siempre atado a nosotros y nos transmite todos sus dones y cada gracia suya en todo instante, pero si no crecemos en el deseo de estar y vivir también nosotros más atados a él, entonces él no podrá transmitirnos energías y conocimientos para aquel tipo de evolución que nuestra mente ahora no logra ni siquiera imaginar. Jesús insiste para que quedemos fuertísimamente atados a él, porque ni siquiera él puede transmitirnos su energía potente, si tenemos un vínculo débil con él. La vida como acto creativo de Dios está entretejida de vínculos, de innumerables e invisibles vínculos en todas sus dimensiones, y se mantiene en vida a través de los vínculos, pero sólo permaneciendo unidos y atados a Jesús y al Paráclito Espíritu podemos recibir de Dios Padre toda la energía de la vida y del amor, para siempre.