Lo hace siempre
Él con la humanidad hace siempre así. Satanás con el hombre hace siempre así, aun si no nos damos cuenta. Desde la infancia lo toma y lo arroja en el fuego de la duda hasta que no reniegue su proveniencia divina y se ponga contra Dios, su Creador; lo tira en el agua de la soledad para impregnar de miedo su corazón, sus pensamientos, su cuerpo. Él con la humanidad hace siempre así, porque está completamente sordo en el recibir el latido del corazón misericordioso de Dios y completamente mudo para bendecir y exultar su nombre Santo. Él con la humanidad hace siempre así, y no pierde ocasión para maltratarla, tirarla a tierra, humillarla, aplastarla, ponerla a riesgo de vida. ¿Hasta cuándo? Hasta cuando el hombre no dirá a Dios: Creo, ayúdame porque tengo poca fe. Hasta que la humanidad no reconocerá que, por si sola, es impotente contra el Maligno y su obra destructiva. Hasta cuando la humanidad no se estrechará alrededor de la fe en Dios, para una nueva y maravillosa relación de amor con él, una nueva y maravillosa relación con Dios que iniciará generando de la más grande potencia espiritual jamás dada en mano al corazón y al espíritu del hombre: la oración.