No dejes
Cuando tienes razón, no dejes de buscar.
Cuando estás equivocado, no dejes de buscar.
Cuando estás sano, no dejes de buscar.
Cuando estás enfermo, no dejes de buscar.
Si has llegado, no dejes de buscar.
Si te sientes perdido, no dejes de buscar.
Si crees, no dejes de buscar.
Si no crees, no dejes de buscar.
Cuando estás en paz, no dejes de buscar.
En la persecución, no dejes de buscar.
Cuando todos te buscan, no dejes de buscar.
Cuando ya no quieren saber de ti, no dejes de buscar.
Cuando tienes un camino, no dejes de buscar.
Cuando no tienes ningún camino, no dejes de buscar.
Si eres amado, no dejes de buscar.
Si estás solo, no dejes de buscar.
Tendrás que ingeniártelas siempre y de todas maneras, de todos modos y en toda ocasión, que tu lo quieras o no, cada segundo de tu vida, para encontrar alimento, alimento para ti, para tu cuerpo, para tu corazón, para tu mente, para tus seguridades, para tus ventajas, para tus placeres, necesidades, expectativas, prejuicios, ambiciones, deseos, convenciones. Hay un sustento, hay cosas, realidades, energías, alimentos que no duran, no sostienen el metabolismo de nuestro ser y de nuestra persona y no nos sacian, y hay un alimento, hay realidades y energías que duran, que son aptas para el metabolismo de nuestro ser, para donarle felicidad, paz, armonía, fuerza y luz. Tendrás que ingeniártelas siempre y de todas maneras, que tu lo quieras o no, para encontrar alimento. Ingeniártelas por toda la vida por aquello que no permanece podría no revelarse ventajoso; ingeniártelas por toda la vida por aquello que permanece podría revelarse eternamente pacificante. En cualquiera de los casos, no dejes de buscar.