En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Jueves 7 Noviembre 2024

Trigésima primera semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Lucas 15,1-10

Sustancia

Toda la creación está compuesta y formada de la sustancia de Dios. Todas las células, todas las moléculas, los átomos, los electrones, los protones, los neutrones, los fotones, todo está formado por la sustancia de Dios. La energía electroquímica que hace posible el pensamiento y la más pequeña partícula de la cual está compuesto el cuerpo humano son hechos de la sustancia de Dios. ¿De qué está hecha la sustancia de Dios? La sustancia de Dios es la alegría. Dios es alegría. Incluso el amor está hecho de la sustancia de la alegría, porque la finalidad y el objetivo del amor son sin duda la alegría, y la alegría no tiene objetivo, no tiene finalidad, es la finalidad, por esto durará por siempre. La fe sirve para ver y comprender las cosas del cielo desde la tierra, el amor sirve a transformar en realidades celestes todo lo que es de la tierra, pero el cielo, el cielo, el cielo de Dios es alegría, alegría total, sin fin. Dios es alegría. El hombre está hecho de la sustancia de Dios, que es la alegría. Todo del hombre está hecho de alegría y sólo en el instante en el cual el hombre pierde la alegría deja de ser fuerte, lleno de energía, sano y bello. Ningún hombre se enferma porque existen las enfermedades, pero las enfermedades existen porque son una señal psicofísica de la falta de alegría. Cuando un hombre y una mujer, conscientemente o menos, por múltiples razones, se alejan de la sustancia de Dios que es la alegría, el hombre y la mujer entran en un desequilibrio energético con la sustancia de Dios, en un estado hipoenergético de necrosis que, con el tiempo, se manifiesta psíquicamente en estados emotivos de tristeza y en el cuerpo con la enfermedad. No existe enfermedad, desarmonía en la tierra que no surja de la tristeza, tanto individual como colectiva.
Satanás es triste, porque ha inventado la tristeza con su pensamiento de envidia en contra de Dios, y no tiene otro objetivo que volver triste todo lo que a él se vota y se dedica. También Satanás ama, privilegia, siente y desea, pero ama, privilegia, siente y desea sin alegría, esta es su tragedia. No hay alegría sin amor, pero el amor verdadero, aquello que viene de Dios y a Dios conduce, lleva a la alegría. El objetivo de Satanás es volver triste al hombre. Satanás quiere que el hombre se aleje de Dios, porque, lejos de Dios, el hombre se vuelve triste. A Satanás no importa nada que el hombre sea malo, homicida, ladrón, violento, ávido, envidioso, enfadado, vengativo, despiadado, cruel, injusto, pero le interesa que el hombre sea malvado, porque el hombre malvado es triste y genera tristeza. La envidia, la avidez, la sed de poder y de riqueza, la posesión, el ambición, la ignorancia son vías de muerte, porque nacen de la tristeza y generan tristeza. El mal es todo lo que no viene de la alegría, no libera energía de alegría y no lleva a la alegría. El verdadero bien y el verdadero amor no combaten el mal, nunca, sino generan alegría. Satanás no se vence con la moral y la ley, sino viviendo y generando alegría. La ley es uno de los golpes de genio de Satanás, porque la ley es por antonomasia la ausencia de alegría.  Satanás sabe que de todo lo que el hombre cumple lejos de la alegría y sin alegría no quedará nada, absolutamente nada. Satanás combate los hombres de fe, odia los humildes, no aguanta quien ama con amor, desprecia los mártires, pero entra en un estado de alucinación letal cuando se acerca a un hombre y a una mujer que están en la alegría. Moralidad sin alegría, bondad sin alegría, sacramentos sin alegría, Palabra de Dios sin alegría, comunidad de fe sin alegría, deber sin alegría, alabar Dios sin alegría, justicia sin alegría, estar en lo justo y en la verdad sin alegría están en la dirección de Satanás. A un hombre, que todo el día canta en la alegría a su Señor, Satanás no logra ni siquiera acercarse. Dios es alegría. Todo está hecho de la sustancia de Dios que es la alegría. Dios cumple todo lo que cumple por amor de su nombre, y el nombre impronunciable de Dios es alegría, alegría total, alegría plena, alegría sin fin. Jesús mismo explica incesantemente que todo lo que él ha venido a traer a la humanidad, en potencia y fuerza, amor y conocimiento, tiene como único objetivo que el hombre tenga la alegría y la alegría plena en medida superabundante: Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto (Juan 15,11). Jesús mismo ha dado nombre a su mensaje, euanghèlion, el anuncio de la alegría.

Alegría sustancia de Dios
La humildad que no viene de la alegría, y alegría no libera,
tiene el mismo sentido, dirección, significado de la envidia y del orgullo.
La pobreza que no viene de la alegría, y alegría no libera,
tiene el mismo sentido, dirección, significado de la miseria y de la opulencia.
 La oración que no viene de la alegría, y alegría no libera,
tiene el mismo sentido, dirección, significado de la blasfemia y del renegar a Dios.
El perdón que no viene de la alegría, y alegría no libera,
tiene el mismo sentido, dirección, significado de la venganza y de la rabia.
 El amor que no viene de la alegría, y alegría no libera,
tiene el mismo sentido, dirección, significado de la posesión y de la indiferencia.
La caridad que no viene de la alegría, y alegría no libera,
tiene el mismo sentido, dirección, significado de la avidez y de la injusticia.
El don de sí que no viene de la alegría, y alegría no libera,
tiene el mismo sentido, dirección, significado de la crueldad, del ambición y del egocentrismo.
 La libertad que no viene de la alegría, y alegría no libera,
tiene el mismo sentido, dirección, significado de la esclavitud y de la opresión.

NADA SIN ALEGRÍA PORQUE DIOS ES ALEGRÍA