En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Jueves 23 Septiembre 2021

Vigésima quinta semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Lucas 9,7-9

¿Quién es?

Herodes está curioso. Quiere saber quién es Jesús, más bien quiere verlo. Sin duda habrá logrado hacerlo. Herodes quiere saber, quizás quiere incluso entender. También con Juan el Sumergidor Herodes había estado curioso, tan curioso de saber qué tenía en la cabeza aquel increíble personaje, que a un determinado momento, para mirar dentro, se la ha cortado.
El poder a veces es curioso, pero sólo por los primeros tiempos y nunca para entender, sólo para saber en qué medida aquella cosa nueva, inesperada, inédita puede volverse útil y provechosa y sobre todo en qué medida es controlable. La novedad, la nueva perspectiva, si no es ventajosa para el sistema, el problema no existe, es sin duda una cosa estúpida y falaz. Si a lo contrario puede revelarse ventajosa pero no es controlable, debe ser desintegrada y cancelada con todo medio, como peligrosa e insegura, inmoral e insensata. Si es ventajosa y al mismo tiempo completamente controlable, entonces debe ser integrada cuanto antes en el sistema y explotada hasta los huesos, y luego tirada cuando ya no sirve. Así siempre se ha portado el poder con cada profeta de la historia, con cada forma de profecía y cada perspectiva de renovación espiritual e intelectual. Así el sistema del poder ha actuado con Jesús. Herodes habría podido sin duda cambiar este acercamiento previsto y repetitivo a la novedad, si aquel día, en aquellos ínfimos dos dedos de intelectual curiosidad que le quedaban, se hubiera preguntado no quién es Él, sino quién es Él para mí.
Si quieres salir de la obscuridad del prejuicio y de las tinieblas de la estupidez, no te preguntes nunca qué es una cosa, sino qué es aquella cosa para ti. No te preguntes nunca quién es una persona, sino quién es aquella persona para ti. No te preguntes nunca quién es Dios, Jesús, el Paráclito, el Evangelio, sino, con ojos cerrados y con corazón abierto, pregúntate quién es Dios, quién es Jesús, quién es el Paráclito, qué es el Evangelio para ti.