El Rey
La humanidad no verá a nadie, absolutamente a nadie de aquellos que se han hecho llamar reyes, dioses, emperadores, poderosos y ricos en la tierra, no verá a nadie de los que han torturado la humanidad, obligándola a una vida innoble y de esclavos, manifestarse a cielo abierto con los ángeles de Dios que suben y bajan sobre ellos sobre las nubes del cielo.
Nadie, absolutamente nadie de aquellos que se han hecho llamar reyes, dioses, emperadores, poderosos, ricos en la tierra, y han colaborado toda la vida con el demonio para tener el poder de destruir espiritualmente, psíquicamente, físicamente la humanidad para las propias ventajas, ha dejado vacía la propia tumba.
La única tumba vacía de la tierra es aquella de aquél que realmente es el Rey, de aquél que verdaderamente se manifestará a cielo abierto con los ángeles de Dios que subirán y bajarán sobre él.
Todos aquellos que se consideran reyes, poderosos, sabios, iluminados, doctos de la tierra están afilando las armas para golpear la humanidad como nunca habían hecho, están realizando los letales proyectos de su corazón negro, pero no han hecho absolutamente las cuentas con aquél que creían haber destronado, colgándolo a la cruz hace dos mil años.
No han hecho las cuentas con aquél que está regresando, con el Rey que ha afirmado: verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Sus enemigos, que son los enemigos de la humanidad, lo verán, y al Rey deberán rendir cuentas de su maldad en un día terrible y oscuro.
Sus amigos, los amigos de la humanidad, lo verán, y al Rey rendirán sus cantos de amor y de alabanza en un día maravilloso y lleno de luz, el día del renacimiento de la humanidad. El Rey está regresando.