En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Miércoles 29 Diciembre 2021

Dia 5° dentro de la octava de Navidad

Palabra del día
Evangelio de Lucas 2,22-35

Ahora desata

El viejo Simeón, después de haber encontrado en el templo de Jerusalén a Jesús, presentado según la Ley de Moisés al Señor, pide permiso para retirarse de esta tierra. Ahora ha visto con sus ojos la Salvación, la Luz, la Encarnación de cada profecía y revelación, de toda gracia y verdad. Ahora Moisés ha hallado su completamiento y cada profecía su cumplimiento, la espera de la historia ha terminado.
Antes del descanso nocturno, después de una jornada de vida, la iglesia canta este luminoso canto de fe y, en estas palabras, nos invita a restituir nuestra existencia a Aquel al cual esa pertenece, a Dios. Cada día es un servicio al servicio de la vida, cada día está lleno de advenimientos alegres y menos alegres, pero antes del sueño y del descanso es maravilloso restituir todo a Dios, depositar en sus manos la obra de nuestras manos, todos los planes de nuestro corazón, los deseos de nuestra alma y pedir ser desatados, con un gracias, de cada cosa.
Es hermoso cerrar los ojos antes de dormir, sabiendo que todo aquello que hemos vivido durante el día ha sido, de todos modos, un encuentro con la Salvación, también aquello que no hemos entendido o apreciado. Es hermoso cerrar los ojos cada noche en el conocimiento que todo aquello que nos ha dado el día ha sido, de todos modos y siempre, una revelación de la luz, una posibilidad de crecer y de encaminarnos hacia la felicidad y la paz. Es hermoso quedarse dormido, para el descanso, como si el sueño fuera parte del grande viaje de regreso, en total abandono, dejando  nuestro respiro y toda nuestra esencia en las manos del Señor Dios, sabiendo que quien ha visto él y en él cree no conocerá la muerte que disuelve la vida en la nada impersonal y sin sentido, sino regresa a casa, la grande casa de Dios.