En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Jueves 9 Junio 2022

Décima semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Mateo 5,20-26

Las dos llaves

Una llave abre, abre las puertas del infierno ya en esta vida. Una llave abre, abre las puertas del paraíso ya en esta vida. Una llave abre la navegación en el mar venenoso y tóxico de la enfermedad, del sufrimiento y de la muerte. Una llave abre la navegación en el mar revitalizador y sanador de la salud, de la alegría y de la vida. Una llave impone el juicio y la condena, una llave predispone a la misericordia y a la comprensión. Una llave atrae a sí el juicio y la condena divinos, una llave atrae a sí la misericordia y el perdón divinos. Una llave es la división, una llave es la unidad. La llave de la división antes que dividirnos de los demás nos divide de nosotros mismos, la llave de la unidad antes que unirnos a los otros nos une en nosotros mismos.
Juzgar al hermano es división, comprender al hermano es unir. Acusar al prójimo es usar la llave infernal de la separación, perdonar a los hermanos es usar la llave paradisíaca de la unidad. No tiene absolutamente nada que ver con tener la razón o la culpa en la vida, aquello que cuenta verdaderamente es la decisión de qué llave usar en nuestra existencia terrenal. Jesús nos revela que si por cualquier motivo usamos la llave de la división, incluso la relación con Dios está absolutamente comprometida. No se puede estar divididos con los hermanos y unidos con Dios, imposible. Quien utiliza la llave de la división y de la separación se pone en una jaula por sí solo, una jaula terrible y oscura porque se vuelve deudor en relación de la unidad, y la unidad es la fuente de la vida; tan deudor que no podrá entrar en la vida de la luz infinita sin antes salir de esta jaula, y para salir tendrá que haber pagado la última pequeñez de los debitos contraídos contra la unidad. La unidad es la vida, la división es la muerte.