En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Domingo 31 Octubre 2021

Trigésimoprimer domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo B

Palabra del día
Evangelio de Juan 6,51-58

Comer presente

Cuando piensas, estás ausente. Cuando estás ausente, estás separado. Cuando estás separado, no estás dentro de ti, no estás listo, no estás despierto.
Cuando no estás despierto, lo bello de la vida y la felicidad, las oportunidades y las posibilidades te pueden literalmente atropellar sin que tu te des cuenta. Cuando no estás despierto, si ocurre el peligro o la dificultad, estos te caen encima ruinosamente. Cuando piensas, estás ausente y te alimentas de celuloide cerebral, de películas mentales. Alimentación no energética, ficticia. Cuando piensas, no te alimentas del presente de la vida y te quedas fácilmente sin energías y facultades. Cuando piensas, no te alimentas del pan de la vida, sino de subrogados y proteínas ilusorios. Cuando piensas, estás ausente del presente y entonces ausente del Presente que es Dios.
Jesús es el presente, es el Ahora del Dios viviente. Por esto puede decir con seguridad: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. Jesús no se piensa, si lo piensas estás ausente de Él. Jesús se escucha en su Palabra, se vive en el día a día, se le habla en la oración, se come en la Eucaristía. Jesús se come, no se piensa. Cuando comes, incluso si no lo piensas, te unes a la comida, la comida se convierte en ti, no hay separación, no hay identificación, no es posible etiqueta. No hay parábola más atinada y potente. El contrario de pensar es comer. Cuando comes te transformas en lo que comes y el alimento se transforma en ti. Si piensas, estás ausente, si comes, metes dentro, estás adentro, vives dentro. Si comes Jesús cada instante, Él vive en ti. Comer físicamente Jesús en la Eucaristía es la más extraordinaria fuente energética del universo, es la fuente de la unidad, y no desde la perspectiva de la pertenencia a un credo, sino en el sentido de la pertenencia al todo de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Cuando comes el presente que Dios te presenta en el plato del ahora, no estás ausente, estás despierto, estás atento, estás presente, estás vivo, estás unido.
La Eucaristía es celebración del presente de Dios, es alabanza, asimilación de la Palabra, inmersión en el perdón, compartición de los bienes, gratitud comunitaria, canto y bendición. La Eucaristía es memoria presente, memorial de la muerte y resurrección de Jesús que libera ahora, que salva ahora, que está siempre con nosotros ahora y en la hora del siempre.