En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Domingo 2 Mayo 2021

Quinto Domingo de Pascua – Ciclo B

Palabra del día
Evangelio de Juan 15,1-8

Atentos a las raíces

El fruto depende de la rama, la rama del tronco, el tronco de las raíces, las raíces de la tierra donde están plantadas. Todo depende de tus raíces y en lo que te sientes y te has radicado.
Si tus raíces psicológicas y espirituales están radicadas en tu familia de origen, ¡bien! Tendrás la forma del cuerpo, de la mente y del espíritu perfectamente moldeada por aquellas raíces y sobre esa tierra. Tus frutos creativos, proyectivos, relacionales, tendrán esa silueta humana y de la generación que te precede. Todo aquello que harás y tocarás, cada fruto de tu ingenio, de tu fatiga y de tu empeño, cada pasión y excitación, cada deber y servicio tendrá esa silueta, la misma de las raíces y de la tierra donde estás radicado y de donde extraes alimentación.
Si tus raíces psicológicas y espirituales están radicadas en una ideología o en la preocupación y en el estrés de rendimiento para complacer a los demás, o en el esfuerzo de mantener tu imagen, ¡bien! Tendrás la forma del cuerpo, de la mente y del espíritu perfectamente moldeada por aquellas raíces y sobre esa tierra. Tus frutos creativos, proyectivos, relacionales, tendrán esa silueta humana, de las ideas humanas que sigues y de la imagen que persigues. Todo aquello que harás y tocarás, cada fruto de tu ingenio, de tu fatiga y de tu empeño, cada pasión y excitación, cada deber y servicio tendrá esa silueta, la misma de las raíces y de la tierra donde estás radicado y de donde extraes alimentación.
Si tus raíces psicológicas y espirituales están radicadas en Dios, en Jesús, únicamente en su palabra de vida, ¡bien! Tendrás la forma de cuerpo, de la mente y del espíritu perfectamente moldeada por esas raíces y por esa tierra. Tus frutos creativos, proyectivos, relacionales, tendrán esa silueta divina y serás una realidad nueva, original, viva, creativa, fascinante. Todo lo que harás y tocarás, cada fruto de tu ingenio, de tu fatiga y de tu empeño, cada pasión y excitación, cada deber y servicio tendrá esa silueta divina, la misma de las raíces y de la tierra donde estás radicado y de donde extraes alimentación.
Las raíces se radican en la tierra en la cual reconocen autoridad y prioridad de alimentación, y al mismo tiempo tus raíces dan autoridad y prioridad al terreno donde se radican. Dar autoridad y prioridad de alimentación a la familia de origen dará un cierto tipo de frutos, darla a la familia que nos hemos formado dará otros frutos. Elegir alimentar la propia seguridad emotiva en tu padre hombre, traerá frutos a tu vida de un cierto tipo, elegir alimentar la propia seguridad emotiva en tu Padre Dios, traerá frutos a tu vida de otro tipo.
Cada rama radicada en la tierra del pasado no da fruto, y no puede dar fruto, es por ello que es cortado. Y es la vida misma que se la arregla para cortar de manera lenta, pero inexorable, las ramas secas.
Si estás radicado en el pasado, repites la línea evolutiva de quien te ha precedido, entonces no eres útil, no eres nuevo, y eres desechado.
En tu vida, todo depende en quién estás arraigado. Y tu lo sabes muy bien, y si no lo sabes, escúchate porque todo depende de esto.