En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Jueves 13 Mayo 2021

Sexta semana de Pascua

Palabra del día
Evangelio de Juan 16,16-20

Mikròn

Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver, literalmente: Poco [griego: mikròs] y no más verán [griego: theorèo] a mi y otra vez poco y verán [griego: orào] a mi. El texto arameo-siriaco dice qatin/qatino, que significa "pequeño, modesto, estrecho, liviano", el texto griego, mikròs, es decir "pequeño (véase el latino mìca, "miga", de una raíz acadia mirqu, "desmenuzado, apocado"). En todo caso se trata del poco, del pequeño.
Jesús dice un poco, un mikròn, es decir, un tiempo brevísimo, un tiempo calculable al instante, un rato. Más allá de los posibles diferentes matices, el texto subraya la exigüidad del tiempo. Poco o nada transcurrirá entre el ver, el no-ver, el ver-otra-vez. Entonces la visión de Jesús no sufrirá interrupción, no puede sufrir interrupción, sino que será caracterizada por la duradera comunión de vida con él (Juan 14,19). Jesús no quiere o no puede quedarse lejos de nosotros, ni siquiera por un instante, nunca ha pasado y nunca pasará.
Interesante el uso reiterado del verbo "ver" en el versículo 16: Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver. No obstante los traductores traducen con "ver" a los dos verbos del versículo, ellos son en realidad diferentes: el primero, de hecho, es theorèo, el segundo es horào. En la lengua griega hay un verbo para indicar el simple ver - theorèo, "veo, observo, miro, constato" - y un verbo, horào, para indicar el ver perceptivo, el entender-ver dentro. Horào, "percibo, siento, entiendo, me doy cuenta, considero, veo, tengo una visión, constato, me doy cuenta que; reconozco, reflexiono" es el verbo de la profunda percepción, del conocimiento y de la fe que abren a la visión interior. El sustantivo griego horàma significa "vista, visión, aparición". Horào entonces abraza el campo semántico de la percepción, del sentir interior, del mirar con todo de sí.
El primer ver, expresado por el verbo theorèo, usa el aparato visivo desligado de la visión del Espíritu, esto refleja como los discípulos ven al Jesús histórico a través de una visión llena de dudas, traiciones, incomprensiones, pretensiones y expectativas humanas. Según las palabras del evangelio, es la manera de ver de los ciegos dentro, es el ver a través de las suposiciones, del juzgar, del interpretar, el ver de la separación, de la suspensión, de la mente tiesa por las heridas y por el miedo. El segundo ver, indicado por el verbo horào, usa en cambio el aparato visivo completamente conectado a la visión de la confianza y del amor, de la humildad y de la honestidad intelectual; horào es la visión que permitirá a los discípulos ver a Jesús resucitado, transfigurado, transformado. Es la visión que, sustentada por el amor, empuja a la confianza, al compartir total, a la secuela desde el corazón. Es la visión de la cual nacerá la nueva manera de vivir la vida, Dios, el amor, las cascadas, el viento, la piel, las relaciones, el pan, sí mismo, los ocasos, la música, la oración, el juego, el trabajo, el construir, el viajar.