En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Viernes 14 Mayo 2021

San Matías apóstolo

Palabra del día
Evangelio de Juan 15,9-17

Gozo sea lleno

Les he dicho esto para que mi gozo [sustantivo griego chàra] sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto [verbo griego pleròo].
Chàra, “gozo, leticia, placer”, raíz naciente del área semántica acadia que implica “amante, amar, complacencia, placer, seducción, gracia, gozo”.
Las palabras de Jesús, o mejor, todo el evangelio siempre es muy técnico-científico. Si se busca cuál es la orientación primera y primaria de la vida, cada forma de vida, la respuesta de la biología es el placer.
El placer parece científicamente ser el promotor de la vida y del bienestar del organismo. La sensación de placer y el estado de placer se manifiestan, en el organismo humano, a través de la salud, el equilibrio del estado bio-físico, los ojos luminosos, el colorido róseo, la gestualidad armónica y vivaz, el calor que se irradia a lo largo de todos los confines del cuerpo. Aún mejor, más que de placer, para el hombre se puede hablar de felicidad: el término griego chàra contiene extraordinariamente todos los significados, en la entera gama de matices y facetas de la felicidad.
La felicidad, científicamente el estado natural del hombre, por definición lo es también para el evangelio. La felicidad plena es el primer y continuativo objetivo de todas las indicaciones y los procedimientos propuestos por Jesús. Cada otro principio primo de la propuesta evangélica, como el perdón, la compartición, la unidad con Dios y entre los hermanos, el amor recíproco, la oración misma, el no apegarse a los bienes, tiene como objetivo la felicidad del hombre y tiene su sentido de existir sólo y únicamente si guía al hombre hacia la felicidad.
El Evangelio es antes de todo y exclusivamente una propuesta práctica y experencial para ser felices. Todos los procedimientos evangélicos están sintetizados en las Bienaventuranzas, que tienen como objetivo y meta la felicidad, la beatitud, la plenitud del gozo. También la síntesis de los mandamientos, el mandamiento nuevo, el procedimiento de amarse los unos a los otros como Él ha amado a nosotros, no tiene otra finalidad de existir y de ser anunciado al mundo que no sea para la verdadera y llena felicidad del hombre. En realidad Jesús no habla sólo de gozo-felicidad, sino de gozo-felicidad llena. La adición del verbo  pleròo, denominativo del sostantivo plères, “completo, íntegro, perfecto”, cuenta riqueza-plenitud, cuenta lo completo, satisfación, eficacia desmedidamente. Es el verbo de la abundancia, de la prosperidad, de la plenitud total y bellísima de cada bienestar. Es le verbo que describe el punto culminante de una situación, el instante de mayor fruto y placer, felicidad y complacencia. Indica el logro del objetivo. Es el verbo que aquí, sobre esta tierra, muestra ya una fisura del gozo pleno y sin fin que Dios está preparando para todos sus hijos en sus celestiales moradas.