En esta sección cada día es posible encontrar una reflexión sobre el Evangelio del Día.

Viernes 15 Julio 2022

Decimoquinta semana del Tiempo Ordinario

Palabra del día
Evangelio de Mateo 12,1-8

Mirar con los ojos

Los fariseos miran sólo con los ojos, son agudos observadores, pedantes inspectores, pero no logran ver nada. ¿Por qué? Porque mirar con los ojos no es suficiente, no es suficiente nunca. Mirar con los ojos sirve únicamente para confirmar y para consolidar los propios prejuicios y las propias convicciones. Mirar sólo con los ojos es un mirar de ciegos, es mirar en la oscuridad, es estar obscurecidos intelectual y espiritualmente. Quien mira sólo con los ojos no mira para entender, para comprender, sino sólo para tomar las medidas y golpear.
Los ojos de los fariseos están siempre apuntados hacia Jesús. Están apuntados hacia Jesús cuando anuncia los procedimientos evangélicos en las plazas, cuando cena en las casas de los amigos, cuando sana millares de enfermos a lo largo de las riberas del mar, cuando detiene las tormentas del lago, abraza los pecadores, hace resucitar los muertos, lo siguen dondequiera, incluso en los campos de trigo. Los ojos de los fariseos están apuntados hacia Jesús, y no para entender, para comprender, para abrir la visión del corazón y de la mente, pero sólo y exclusivamente para tomar la medida y golpear, golpear y destruir.
Jesús mira para comprender, para amar, para entender, para abrazar. Las suyas son miradas distintas y llevan a consecuencias y acciones distintas. Mirar sólo con los ojos es la mirada fría y satánica de la ley, de los tribunales, del juicio, de la condena, del deber, de la moral, es la mirada de quien toma las medidas para golpear y destruir, aun si ineludiblemente en nombre de Dios, de la justicia, de la seguridad. Es la mirada que Dios y los discípulos de Jesús no conocen. Mirar para entender, para amar y para comprender es la mirada que Dios conoce, la mirada que Jesús practica cada instante y que el Santo Paráclito inspira. Jesús explica la abismal diferencia entre estas miradas afirmando literalmente: Si ustedes hubieran conocido que es: Misericordia quiero y no sacrificio, no hubieran condenado los no culpables. De hecho Señor del sábado [de toda ley, deber y principio] es el Hijo del hombre.